Blog Cannondale FlyingV: Probamos a fondo la e-bike urbana que une la nostalgia de los 90 con el futuro eléctrico

Rodar por Barcelona tiene un encanto especial, pero hacerlo sobre una máquina que atrae todas las miradas en cada semáforo es una experiencia diferente. En LaBosch hemos tenido la oportunidad de probar a fondo la nueva Cannondale FlyingV, una bicicleta eléctrica que llega para romper los esquemas del ciclismo urbano. No es solo un medio de transporte; es una declaración de intenciones, un diseño que grita velocidad y estilo, y que promete convertir tus desplazamientos diarios en el momento favorito de tu día.

Si eres un amante del ciclismo de montaña de la vieja escuela, su silueta te resultará familiar, pero no te confundas: lo que tenemos aquí es tecnología punta. Cannondale ha cogido su legado más icónico y lo ha transformado en una ebike urbana ultraligera, fabricada íntegramente en carbono y equipada con lo mejor de Bosch. Tras varios días poniéndola a prueba por las calles, subiendo a la zona alta y callejeando por el Born, ya tenemos el veredicto definitivo. ¿Está a la altura del hype? Te lo contamos todo a continuación.

Un cuadro que enamora y una transmisión del futuro

Lo primero que destaca —y lo que nos dejó con la boca abierta nada más sacarla de la caja— es su cuadro. Cannondale no ha escatimado en recursos: estamos ante un chasis monocasco de fibra de carbono que no solo aporta una estética agresiva y fluida, sino que consigue una ligereza espectacular. Pero el detalle que marca la diferencia son los guardabarros de carbono integrados. Sí, has leído bien. No son un accesorio de plástico añadido a posteriori; forman parte de la estructura, son rígidos, ligeros y le dan un aspecto premium que pocas bicicletas eléctricas pueden igualar.

Pero si el exterior impresiona, el funcionamiento interno es pura magia. La unidad que hemos probado, la FlyingV 1, monta el impresionante cambio interno Shimano Nexus Di2 de 5 velocidades. Olvídate de los crujidos, de ajustar el desviador o de mancharte de grasa. Este sistema electrónico funciona en armonía con una correa de carbono Gates (adiós cadena metálica). Lo mejor de este sistema es su modo automático: la bici detecta tu cadencia y velocidad y cambia por ti. En los semáforos de Barcelona, salir y que la bici baje marchas sola para arrancar suavemente es una comodidad de la que es difícil volver atrás. Es silencio, limpieza y eficiencia pura.

Corazón alemán: El Motor Bosch Performance Line SX

Para mover esta joya, Cannondale ha elegido el que, en nuestra opinión, es el mejor motor actual para una ebike ligera: el Bosch Performance Line SX. A diferencia de los motores pesados de las e-mtb tradicionales, el SX es compacto y ligero, pero engaña. Ofrece un par de 55 Nm y picos de potencia de hasta 600 vatios.

¿Qué significa esto en la práctica? Que la asistencia es increíblemente natural. No sientes que la bici te empuja a trompicones, sino que sientes que tus piernas de repente son las de un ciclista olímpico. Además, cuenta con una resistencia al pedaleo casi nula cuando pasas de 25 km/h, permitiéndote llanear a altas velocidades sin sentir que el motor te frena.

El sistema se alimenta de una batería Bosch CompactTube de 400Wh integrada en el tubo diagonal. Para un uso urbano, esta capacidad es el equilibrio perfecto (Sweet Spot) entre autonomía y peso. Nos ha permitido hacer varios días de desplazamientos por la ciudad sin necesidad de cargarla. Y si eres de los que necesita más, el sistema es compatible con el extensor de rango PowerMore de Bosch. Todo esto se controla desde el minimalista System Controller en el cuadro y el Mini Remote en el manillar, manteniendo la estética limpia del cockpit.

Dos versiones para dos tipos de ciclista: FlyingV 1 vs FlyingV 2

Cannondale ha lanzado este modelo en dos versiones, compartiendo la misma base de cuadro de carbono y motorización, pero con diferencias clave en la transmisión y acabados:

  • Cannondale FlyingV 1: Es el modelo tope de gama que hemos probado. Su gran ventaja competitiva es el cambio electrónico Shimano Nexus Di2 con función automática y una pintura exclusiva en color plata y negro que recuerda a la serie LAB71 de competición. Incluye también el mando Mini Remote para cambiar los modos de asistencia de forma más ergonómica.

  • Cannondale FlyingV 2: Esta versión es algo más económica. Mantiene el cuadro de carbono, el motor Bosch SX y la correa Gates, pero sustituye el cambio electrónico por un cambio interno Shimano Nexus mecánico de 5 velocidades. Tienes que girar el puño para cambiar, como toda la vida. Además, está disponible en colores más atrevidos como un naranja quemado (Tiger Eye) o azul.

Ambas versiones comparten componentes de alta calidad como los frenos hidráulicos Shimano, las luces Supernova (de lo mejor del mercado para ver y ser visto) y las cubiertas anchas que absorben las irregularidades del asfalto.

Un viaje al pasado: La herencia de la Delta V

Para entender por qué esta bici es tan especial, hay que mirar atrás. A principios de los años 90, Cannondale revolucionó el Mountain Bike con la Delta V. Aquella bicicleta introdujo una geometría radical con un cuadro en forma de "V" y una suspensión delantera HeadShok que dejó al mundo boquiabierto.

La nueva FlyingV es un homenaje directo a ese diseño. Recupera esa silueta icónica que permite un paso bajo (ideal para subir y bajar cómodamente con ropa de calle) pero la reinterpreta con materiales del siglo XXI. Es lo que llamamos "retro-futurismo": coger lo mejor de la historia de la marca y aplicarlo a la movilidad sostenible actual. No es solo una bici bonita, es un pedazo de historia del ciclismo rodando por tu ciudad.

Nuestra opinión: Lo mejor y lo peor de la FlyingV

Tras kilómetros de pruebas, saltar bordillos, esquivar tráfico y disfrutar de la brisa, aquí tenéis nuestro análisis sincero desde LaBosch.

Los PROS: ¿Por qué nos ha enamorado? Cuando estás encima de esta ebike urbana, todo son ventajas. La posición de conducción es super cómoda, ligeramente erguida para tener buena visibilidad del tráfico, pero lo suficientemente deportiva para ir rápido. La sensación de seguridad es total gracias a sus frenos potentes y sus neumáticos de 50mm de ancho, que se comen los raíles del tranvía y los adoquines sin inmutarse.

Pero lo mejor es su manejo. Al pesar alrededor de 18 kg (poquísimo para una eléctrica equipada), se mueve con una agilidad pasmosa. Puedes meterla en curvas cerradas, zigzaguear entre coches parados y levantarla fácilmente si tienes que subir un par de escalones al llegar a casa o a la oficina. La combinación de la correa Gates y el cambio Di2 hace que la experiencia sea silenciosa y fluida; te olvidas de la mecánica y solo disfrutas del trayecto.

Los CONTRAS: ¿Qué debes tener en cuenta? Como expertos, tenemos que ser transparentes. El principal "freno" para algunos usuarios urbanos puede ser que no es plegable. En ciudades como Barcelona, donde el espacio en los pisos es escaso, tener que guardar una bici de tamaño completo puede ser un reto si no dispones de parking, trastero o un ascensor amplio.

El segundo punto es el precio. Al ser una bicicleta eléctrica de alta gama, con cuadro de carbono y tecnología punta, la inversión es elevada. Sin embargo, en LaBosch creemos que la relación calidad-precio está justificada. No estás comprando una bici de consumo masivo, estás comprando una pieza de ingeniería duradera, con componentes que apenas requieren mantenimiento y un cuadro con garantía de por vida. Si vas a usarla a diario para sustituir al coche o la moto, se amortiza sola en salud y ahorro a largo plazo.

Conclusión: ¿Estás listo para volar?

La Cannondale FlyingV no es una bici para todo el mundo; es para aquellos que valoran el diseño, la tecnología y, sobre todo, la calidad de conducción. Es una herramienta de movilidad que convierte la rutina en diversión.

Si tienes espacio para guardarla y buscas la ebike urbana definitiva, ligera, rápida y con estilo propio, no busques más. Cannondale ha dado en el clavo recuperando un clásico y electrizándolo.

¿Te has quedado con ganas de probarla? Pásate por nuestras tiendas LaBosch, mira en persona esos acabados de carbono y, lo más importante, pruébala. Te aseguramos que después de dar la primera pedalada con el motor Bosch SX, no querrás bajarte.

¡Nos vemos en los carriles bici!